miércoles, 24 de octubre de 2007

Otro....

¿Qué puedo cambiar?
Una noche por diez días.
Diez días por una hora.
Una orquidea por una palabra o dos.
Un arete por el otro.
Una ilusión por un minuto de realidad.
El amor por compañía o cualquier cosa.
La salud por la felicidad.
El café amargo por el vino...amargo también.

¿Qué quiero cambiar?
Por supuesto, el color de la luna,
el sabor de la sal,
tú terquedad ante lo que no soy,
pero quieres que sea.
Lo alto de la montaña,
el olor de aquel perfume.
Las arrugas de la vejez
y el color de los sueños.

...Y habiendo tantas cosas por hacer,
elijo no mover nada de lugar,
todo es tan gracioso...
extravagantemente perfecto.

Contrastes y contrastes,
algún día el blanco se quedará sin el negro,
la luz sin la sombra, lo bueno sin lo malo.
Para quedarme yo sin yo
y el mundo sin su Dios y sus deseos.
El poeta sin sus letras,
la mujer sin sus lágrimas.
El silencio sin el terror y
los errores sin remordimientos.

Ese día gritaré por la libertad,
pediré a las esfinges me revelen sus secretos.
Mintras tanto, no me queda más remedio,
que seguir eligiendo.
Claro como si aquí se pudiera elegir
algo aparte del atuendo.
Lo olvidaba sí se puede...
pero no...
eso significa estar muerto.

¿Qué puedo cambiar?
No leyeron en el diario,
hoy es hace algunos años
yo aún no estoy escribiendo.

1 comentario:

Todos tus muertos dijo...

Tu corazón por un aprieto...
tu lengua por cintura...
tu entretanto por mi entrepierna...
tu llovizna por mi aguacero...
tu resto por lo que me sobra...
tu locura por mi palabra...
el incendio por tu mirada...
un bar cerrado por tu ausencia
una tarde de palomas caídas
una niña en la mirada
una canción en un columpio
tu soledad la Gran Señora
la virtud por el pecado...

Bueno, yo cambiaría alguna de estas cosas si me dieran a elegir. Pero claro, el poema es suyo y yo no lo escribí.
Saludillos. Nos vemos en un rato.