sábado, 14 de abril de 2012

igual...

Cae el telón, quedan solamente recuerdos que se lleva el mar,
ese mar que algún día tragará mi cuerpo aún tibio.
Una frase, una melodía, un perfume, una imagen
que me lleva a ti y regresa, siempre yo, siempre yo.

No necesito aquel diario quemado bajo la luna
para recordar, para vivir, encontrar algún sentido.
Jamás podrán quitarme la memoria. Olvidar, jamás.
El precio es caro por los instantes felices, lo pago.

Soledad sin sentido, soledad que arde,
zopilotes en el estómago que tienen hambre,
quieren cosas muertas. Que empiece el festín.
Mi sangre, el fruto, mi suave piel... la ofrenda.

Me deslizo entre fantasmas, entre sombras...
espero el último acto, de la fantástica representación...