domingo, 23 de noviembre de 2008

Y llegaste justo cuando no tenías que llegar...

Y resulta que ya no te necesito...
Te duele más que a mí.

sábado, 22 de noviembre de 2008

22-NOV-08 (05)

Y el día llegó...hoy hace tres años
y no tengo aquel vestido negro.
No espero nada, no estoy construyendo.
Las ilusiones ya pasaron.
Hoy hace tres años y estoy sola.

No pude reconocer su voz.
Puedo ver sus ojos,
pero no me reflejo en ellos,
sus pasos no vienen hacia mi.

Hace tres años no existe.
Soy su sombra y aún piso sus huellas.

Caballero de la noche,
nos veremos en el amanecer.

viernes, 21 de noviembre de 2008

En 24 horas..serían 3 años...

Alguien me acompaña,
acaba de despertar.
Las caricias no se sienten
en mi cuerpo enfermo, frío.
La vida...qué es?
Dulce y doloroso juego,
no quiere dejarme.
Sigo atrapada, inmóvil.
Maldito cuento de hadas.
No encuentro el arte perfecto.

Todo estará bien cuando...
la musa entre al palacio de los dioses.



Bueno esto si es mío...escrito en un día terrible, con nieve.

En 24 horas..serían 3 años.....

"-Acércate más, quiero verte de cerca.
-No, no quieres.
Y se acercó.
-Pero qué..."

SZA...
Uno más....

En 24 horas..serían 3 años...

"Y envejecer como lo hacen los árboles
y caer como las estrellas,
la luna muerta no brillará más.
Camino a una oscuridad infinita
sendero de una triste soledad.
Prefiero andar a la muerte
que navegar sin altar"

SZA...(anónimo afortunadamente conocido)...
él sí sabía escribir...pondría otros,
pero mi memoria no es tan buena y los
originales están muy lejos.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Veneno para ratas

Tengo un dolor terrible de estómago, la muerte se acerca. Estas son las últimas líneas que escribo. No quiero dedicarlas a nadie. Ni a él, ni a ellos, ni a ellas, mucho menos a él y a ella. Trazo estas letras con lápiz de ojos, olvidé acercar una pluma y con este maldito dolor. Por fortuna, los cigarros y la copa están aqui, me acompañan, lastima que a estas alturas ya no pueda beber nada y con la sed que tengo. La música dejó de sonar ya hace mucho. Estas últimas dos horas las he pasado sentada exactamente en la misma posición. Fumando, intentando retorcerme lo menos posible. No tengo ganas de llorar, ni siquiera de recordar mi vida pasada, mi infancia. No puedo dejar de pensar en mi familia. Cómo tomará la noticia mi madre, su corazón delicado? Ella siempre fue la más fuerte, se repondrá, igual que mi hermana y mis hermanos, ellos son jóvenes aún. Mi padre (sonrío) cuando se entere deseará venir a reclamarme, no le llamé (larga distancia)para avisarle. El dolor es insoportable...difícilmente podré seguir escribiendo. Hay luna llena. Yo imaginando el futuro, justo cuando asesino mi presente. No recuerdo exactamente porqué tomé el veneno. Estaba triste supongo; él, ella, bajo este mismo techo que ahora me agobia, que ni siquiera me gusta ni me gustó nunca. Por cierto, hace rato que se está cayendo sobre mí, va cerrándose, me aplasta... ahora siento pena por mi.

Me levanto, tomo la copa entre mis dedos, un cigarrillo. Dónde estoy?

martes, 11 de noviembre de 2008

Insomnio adelantado!!! Que fría es la noche!!!

Estoy harta de hablar de mí...
y otra vez la noche.

Tendré que besar tu ausencia,
comenzar una nueva platica conmigo.

Casi son las doce en mi reloj,
me falta un paso que, por cierto, ya di.

Regresar...a las doce? No...
La una...ni pensarlo, el suelo es duro.

Y ni que decir de soñar...
no tengo tanta imaginación.

Sin tiempo, entre las sombras.
Esperando, de pie...ya muerta.

Insomnio vivo.

Ponerse triste, fumar y el sexo
simpre deberían hacerse de noche.

Hay cosas que el día no puede soportar
y así, de vez en cuando, todos cerramos los ojos.

Una noche solitaria...
la mujer, una sombra.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Cuando las cosas se van...a veces se extrañan.

Había nubes negras, pero no llovía. Tú y yo de la mano, en aquel tiempo donde las cosas iban bien, pretendíamos ser felices. Y jugábamos a ser mayores y a ser buenos. Subíamos el puente, fin de semana. No teníamos mucho dinero ese día, probablemente al otro tendríamos lo suficiente para ir a tomar un buen vino. Así de ilógicas eran las cosas, así de buenas.


-Qué es eso?
-No sé, que venden?
Corrimos.
-Oh! Son tortugas…
-Quiero una- te pedí en un tono ridículo y aniñado.
-Cuánto cuestan?
-25 pesos.
-No, mejor no quiero nada. Vámonos.
-Por qué? Yo sí quiero una.
-Bueno, yo también.
-Señora me da dos…esta mujer siempre hace lo mismo.


Fue difícil aprender a alimentarlas, buscarlas cuando se escapaban y se acomodaban bajo las maletas (esas maletas que siempre estaban hechas) en la obscuridad. Recuerdo que disfrutábamos sacarlas a caminar y con asombro nos dimos cuenta que la tortuga crecía más rápido que el tortugo (risa amarga). Seguramente estarían vivas más que tú y que yo.

De eso hace ya mucho tiempo. Ya no hablo en plural. Querido, las dejé morir, ya no existen, ya no existimos. Y ni siquiera es tiempo de llorar.