lunes, 31 de marzo de 2008

Aquì sigo gracias

Después del incómodo silencio...
la confesión de mis pecados.
Errores que saben a miel y cereza
servidos en copas de fuego.
Tomar el papel y el lápiz
sin ganas de reír ni gritar,
sin ser sentimental, sin decir amor,
sin escribir cartas, ni adiós.
Y seguir por el camino sin camino,
deseando no desear, una vez más.
Te regalo lo que ya no tengo
y te deseo lo que ya no soy.
Mis pies sangran con tus piedras
siguen a la hermosa quimera,
deseo cazarla... como todos...
sabiendo que jamás la podré alcanzar.
El regreso de la bella musa,
aquella que siente más y piensa menos.
Después de penosa ausencia,
ahora que no tiene lágrimas para regalar.
Mis labios son de piedra,
tan húmedos, tan fríos,
sedientos de conocimientos...
sin secretos para divulgar.

Despuès de tanto tiermpo

El vacío después del dolor,
el dolor después del placer.
Recuerdos vagabundos tan tristes
gimiendo y llorando a mi alrededor.
Año tras año el ¨yo¨ desvanecido
hasta el silencio de una noche cualquiera,
el alma huye del avejentado cuerpo
navegando en medio de la luna.
El vacío después de la muerte,
el pensamiento, la tortura mi sin razón.
Sangre mezclada en lágrimas falsas,
vanidad adormecida con lodo, somnolienta.
El no exixtir o comerse arañas vivas,
difícil decisión, tienen tantas patas,
algunas son de sueños y otras de deseos pero...
no me gustan los banquetes...gracias.