jueves, 22 de noviembre de 2007

La historia se repite,
el tiempo se acaba.
Y al final del camino,
me reencuentro con mi vieja amiga,
tan dispuesta a presentarse sin cita previa,
justo cuando no la necesito, cuando no la espero...
La amargura lleva de vestido,
la nostalgia por sombrero.
El silencio la acompaña entre tantos gritos...
Alguna vez le di la espalda,
en medio de falsas compañías...
Su cruel venganza... permitirlo,
simples vueltas del destino.
Con una nota triste terminó el encanto,
en la despedida de las almas,
juntas recitamos un poema...
Soledad, no me abandones,
átame con cadenas de oro a tu desdicha.
La muerte viste de luto ...
tan alerta y preparada como guerrera...
guerrera en tiempos de paz,
de causas ganadas,
terca tempestad en días de sol...
Prefiero caminar al abismo
por pie propio, con la frente en alto
y lágrimas en mis ojos.
Caer mil veces y morir...
antes de ser presa de esas
hermosas figuras destellantes,
que me persiguen, pero..
no tienen ojos,no sienten nada,
iguales todas... bellas
perfectas... felices.
Simples hombres al fin,
sedientos de fe, cubiertos de deseos...
buscando, buscando, buscando...
justicia...no,
verdad...no,
libertad... creo.
Todo suena a lo de siempre,
carne muerta...

Soledad, no me abandones...
digo adiós al mundo
y te doy la bienvenida...
La eternidad espera.

4 comentarios:

Nadja Yukov Zoldovich dijo...

La eternidad es el momento presente. Todos estamos sedientos de ese "algo" que le de sentido a la vida. Gusto conocerte.

Reiben dijo...

Qué agradable encontrarte aquí, con tanta facilidad para decir cualquier cosa. ¿No encendí tu cigarrillo el otro día y te pedí disculpas por chocar contigo en la cafetería? Creo que hemos hablado dos o tres veces en clase. Y, sin embargo, es más personal el medio impersonal, ¿no es paradójico acaso? Saludos.

Todos tus muertos dijo...

¿Qué habrá pasado con los demás? ¿Estarán muy ocupados haciendo grandes obras o simplemente se dieron cuenta que escribir en estos sitios es estúpido? Ja, conociendo el instinto subversivo de mis compañeros, creo que lo segundo. Me los saluda si los ve, por fa, en especial al Deivid. Siga publicando, como le dije a un amigo: "sé que a veces te sientes estúpido, pero ten en cuenta que los hombres inteligentes, en ocasiones, tenemos que hacer estupideces para poder convivir con los demás".
Yo lo hago todos los días, nomás hay que conocerme un poquito. Ja, saludos invernales.

Salvador dijo...

Ja, te lo repito: ahora se por que tienes amigos como yo, Ja.