domingo, 9 de diciembre de 2007

Diario....rosa rosa rosa

Diario
25/dic/18...d.C.
Hola… querida Eleonor (ya te puse un nombre).

Acabo de cumplir veinte años. Sí, es cierto, creo que te he abandonado casi por completo en estos últimos meses. Pero la vida en este apartado lugar, transcurre siempre del mismo modo. A lo mucho, las personas amanecen un día con una arruga más en sus rostros y la tierra se vuelve más vieja. Sólo eso. A veces me gusta imaginar que vivo en una de las grandes ciudades que aparecen en los libros, con toda esa gente consumida por el tiempo, por el trabajo y los hermosos vestidos. Yo, nunca he viajado. Viví aquí desde siempre.
Según he podido averiguar, mi padre falleció a los pocos meses de mi nacimiento, en la guerra. Mi madre, por alguna razón, me dejó al cuidado de la tía Audriana, planeando que permaneciera con ella sólo unos cuantos días, mientras arreglaba algunos asuntos en París…Auque ahora que recuerdo, jamás regresó por mí. No tengo ningún recuerdo de ella, pero Mossy, la cocinera, dice que era una mujer muy bonita. Es extraño que en esta casa jamás haya oído algún mal comentario de ella, aunque del mismo modo, nadie me ha querido contar lo que fue de su vida, luego de que salió de aquí.
Todos estos años me han servido para perdonarla. Sin duda, supo que aquí sería feliz por siempre, lejos de las terribles desgracias que según he leído que se viven muy a menudo en esos lugares tan fascinantes para mí. Hoy, precisamente, la extrañe mucho. El mejor regalo que podría tener es conocer a la persona que puedo llamarle mamá. De algún modo, sé que es imposible pero… cuánto me gustaría.

26/dic/18…d.C.
Eleonor:

He conocido al hombre más encantador del universo. Definitivamente, estoy enamorada. Su nombre es Óscar. Es muy apuesto y refinado en sus modales. Hoy era un día más para mí, pero definitivamente, ahora se convierte en el más especial de mi vida.
La mañana era muy calurosa, así que decidí pedirle permiso a mi tía para ir al río a pintar. Me costó un poco de trabajo convencerla. No le gusta que haga esos paseos tan largos yo sola, pero finalmente accedió, como siempre.
Al mediodía, después del trabajo con los pinceles, sentí un poco de sueño y me recosté sobre una piedra a la sombra de algún árbol. Poco a poco fui quedándome profundamente dormida, con el tranquilizante sonido del agua y sintiendo la brisa sobre mi rostro. Imágenes distorsionadas salpicadas de manchas rojas y negras perturbaron mis placenteros sueños, sentí un gran deseo por despertar, pero no pude, hasta que una mano fuerte me sujetó por el hombro y me preguntó con la voz más dulce que he oído en toda mi vida si me encontraba bien.
Sólo de recordar sus ojos grises y hermosos me hacen sonreír. Me preguntó mi nombre y elogió el cuadro que pinté ese día. Pasamos hablando muchas horas. Me contó que era nieto de unos amigos de mi tía Audriana. Acababa de terminar la carrera de leyes y había decidido tomar unas pequeñas vacaciones, antes de enfrentarse al trabajo extenuante del despacho de su padre. Yo sabía que no era correcto hablar con un desconocido, pero me inspiró confianza. Jamás se podría sospechar nada malo de un hombre como él. Me dijo que era muy linda, la más linda que había visto en su vida. Me ruboricé. Por supuesto, no le creí.
Sin darnos cuenta, se hizo casi de noche y se ofreció a acompañarme a mi casa para explicarle lo sucedido a mi tía que, a esa hora, ya debía estar pensando en las cosas terribles que pudieron haberme ocurrido.
Al llegar a casa, mi querida Audri salió corriendo y me abrazó, sentí un gran pesar por preocuparla de ese modo. Por fortuna, recibió con agrado las disculpas de Óscar y lo invitó a tomar un té a la casa, pues inmediatamente, por sus apellidos, supo quién era, a pesar de nunca haberlo visto en su vida.
La cena fue muy agradable, casi un sueño para mí. Repentinamente él pidió permiso para visitarme a la casa. Permiso que fue concedido con la única condición de que jamás se volvería a repetir lo de esa tarde. La felicidad no cabía en mi pecho. Aún ahora, que ya está amaneciendo, los recuerdos vienen a mí y no quiero dejarlos ir. Todo pasó tan rápido.

30/ene/18…d.C.
Eleonor:

Oscar ha venido diariamente a visitarme. Ahora es mi prometido, me casaré con él en tres meses. Para que describir la felicidad que me acompaña a cada paso que doy.
Nunca me imaginé que el amor sería así.



01/ feb/18…d.C.
Eleonor:

Acaba de llegar una noticia desgarradora a mi prometido, la cuál, vino a cambiar nuestros planes y a empañar de ardientes lágrimas nuestra felicidad. Su padre ha muerto. Tendrá que viajar inmediatamente para arreglar los asuntos pendientes y por supuesto, acompañar a su madre, destrozada por el dolor. Me parte el alma verlo tan abatido. Fue la más triste despedida. Esta noche parte hacia París, en algunos meses regresará por mí para casarnos. Eso dijo.
Hizo que recordara a mi madre, que hace veinte años me dejó en ese lugar, asegurando que regresaría. Y ahora se iba él.

05/feb/18…d.C.
¡Sufro tanto!

Cada día que pasa, mi miedo crece y mis pesares aumentan.
A veces extraño mi antigua vida monótona, aquel tiempo en el que si bien, no era feliz, no lloraba tanto.

25/ dic/18…d.C.
Querida Eleonor:

Es la última vez que te escribo. Ayer cumplí veintiún años, no hubo fiesta, regalos ni risas. Mi casa está sola. Aquí estoy, escribiéndote estas últimas líneas, sentada en la misma piedra en la que conocí a mi único amor. Las cosas han cambiado desde aquel día. Mi querida tía murió y como era de esperarse Óscar jamás regresó, como mi madre. Nunca me envió una carta, nada. No puedo derramar una lágrima más. Sí, estoy muerta en vida, algo menos que un fantasma. El final se acerca. Ya no estoy soñando, el río me llama con los gritos del infierno. Tengo que acudir a él. Adiós mi vieja amiga.
Eleonor, espero que Dios me perdone.

4 comentarios:

Consolation Des Arts dijo...

Sí, sí, sí. Lo reconozco, esta entrada es muy muy rosa. Pero en fin...No lo pude evitar. Esta y la anterior son parte de los escritos que entregué a modo de libro, con portada, prólogo (para el cuál utilice otra entrada que se llama Musas, mujeres y uno que otro recuerdo...) y por supuesto mi foto para la clase de Seminario de Creación Narrativa. El cuál tuve el valor de enviárselos por correo antes de imprimirlo a todos mis contactos. Agradezco sus comentarios. De de una vez por todas , les comentó que la Profe Karla me mandó a extraordinario...y no le guardo rencor, con todas mis faltas no podía ser de otro modo...bueno les comento ésto sólo para que se rían de mi...como yo, porque de nada sirvió mi desvelada para entregarle mi pequeño librito, ni mis horas en Copy Pronto de Río, para cortarlo y engargolarlo (aunque debo decirles que me dió mucho gusto regresar ahí y saludar a mis excompañeros de trabajo que me soportaron por dos años)... y pensar que esa es la clase que más me gusta...y pensar que es en la única que llevaba tareas y que gracias a esa clase pude escribir los cuentos que he publicado...Sí, sí, sí, lo confieso, casi lloro cuando me dijo lo del extraordinario la profe, pero en fin... hay ocasiones en que se tiene que caer bajo, bajo, bajo,para poder entender un poquito a esta vida que amenaza a cada segundo con acabarse... de igual forma el extraordinario será hacer un cuento con instrucciones de la profe...mh yo digo que sí lo paso... y ya me dormiré porque nadamás de acordarme me da un coraje conmigo...tanto que algún día de estos abandonaré la UABC y me dedicaré a tratar sólo con las personas gruñonas de Sigue...Ay Clarita...ya estás delirando JAJAJA

mAgA LaLaLa dijo...

Pues a mi me gusto, con todo y lo rosa...

Saludos morados.

Anónimo dijo...

Voy a chillar [vaya que no chillo seguido]este post me gustó, es el que mas me ha gustado de todos...jejej..chingao pinche yosi te la rifaste con este post...

Reiben dijo...

¿Has leído a Vicky Baum? Es rosamente genial.

Dicen que que una persona necesita ser humillada, aplastada desmoralizada, y que si es capaz de volver y seguir intentándolo puede llegar a ser héroe.

Yo saqué 82 con Karla. Mi libro también fue toda una odisea. Y quería sacar más; pero no le entregué como dos trabajos. No te preocupes por el extraordinario, será muy sencillo.

Nos andamos viendo por ahí.~