viernes, 25 de marzo de 2011

También los sueños son terribles...

Las pasiones tiñeron a la noche.
El amor se vistio de odio,
los besos saben a sangre.
La luna, hermosa, más que nunca.


Fiesta de disfraces, explicaciones,
dudas, llanto, falso arrepentimiento.
La muerte, la única alternativa,
el asesino, el más fuerte.


Una mala escena de cualquier historia,
los finales deben de serlo,
si el telón no cae en el momento adecuado,
lo que sigue es una vulgar tragedia.


El cuchillo pudo haber cortado el delicado cuello.
Morir y sentir el llanto del verdugo,
sus labios sobre los tuyos, el último suspiro.
El poeta matando a su musa, liberándola.


En cambio, la convirtió en mujer y la dejó sola.
Ya no tiene un lugar a su lado, a cambio, el mundo.
Para él, millones de páginas en blanco,
imposibles de llenar a cambio, un poco de alegría.

Amanece...

1 comentario:

David Navarro dijo...

Me gustó más de lo que pensé... llegó lejos éste.